6 de junio de 2011

La Gran Estafa



No se trata de una nueva película de George Clooney. Es real y pasa en Buenos Aires, Argentina. En este caso, una banda de delincuentes se juntó para frustrar muchos sueños.

Algunos tenían el sueño de su primer departamento. Otros invirtieron en él pensando en pasar los últimos años de su vida. Varios compraron en pos de tener ingresos mensuales con su alquiler. Un edificio entero es una gran estafa, un método de robo más habitual del que se cree.

Como dice el dicho, hecha la ley hecha la trampa. Ellos conocen bien como trampear y el sueño de una mujer remadora de la vida como Alicia puede quedar en un tacho, pasando a ser ella la culpable cuando en realidad es la víctima.

Creer en las personas. No saber bien sobre escrituras. No tener en cuenta ciertos temas legales. No poder distinguir un duplicado de un original. Esas fallas y no tan fallas, que no se aprenden en la escuela, les permite a ciertos personajes, a los cuales no les cabe un respetuoso adjetivo calificativo, estafar indiscriminadamente a personas inocentes una y otra vez.

¿Cómo es posible que se hayan vendido más de una vez con boleto incluido el mismo departamento? ¿Cómo es posible que la razón y la lógica no puedan hacer justicia? Justicia que es cegada por las trampas hechas a partir de las leyes.

Alicia invirtió lo único que tenía en un departamento propio donde vivir. Ese departamento terminó siendo su peor pesadilla. Errores en los planos que nadie aprobó. Un edificio que se terminó ilegalmente y lo pudieron vender y comercializar libremente sin ningún impedimento. Propietarios que quedaron desnudos ante estafadores que se creen los más vivos porque les funcionan sus chachullos. Un edificio que no se hizo en una zona desértica y pobre, sino se elevó en uno de los barrios porteños de mayor crecimiento: Palermo. Un edificio en donde travas inquilinos ejercen libremente la prostitución y uno de los involucrados en la estafa se suicidó superado por la magnitud de la situación.

Un edificio que provocó un todos contra todos ante el temor de perder lo único que les queda, donde cada cual se las juega por su lado y poco les importa los demás (ese "demás" que significa un vecino que pasa exactamente por lo mismo). Y en ese divide y reinarás los estafadores se siguen saliendo con la suya. Cruce de cartas documentos, abogados y demandas en donde ya nadie sabe quién es el culpable y quién el acusado.

Por suerte, la razón es mucho más que simples letras impresas en un papel a las que se la llama leyes y se las burla con la conciencia más malvada. Por eso, apoyamos a todas las Alicias, porque estafas se repiten a diario. No solo la estafa multimillonaria de un edificio, sino a todos aquellos que por creer en las personas y en las leyes, fueron burlados por aquellos que aprendieron todas las trampas de la ley.

¡Correctivo a los estafadores!

1 comentario:

  1. cuando se estrena en buenos aires? estoy viviendo en un apartamentos en Palermo sin duda voy a ir a verla

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