20 de junio de 2011

La magia existe



“La mayoría de la gente no se da cuenta de que vivimos en una red de magia, conectados por unos hilos de plata de oportunidades y circunstancias, pero yo lo supe hace tiempo.

Pienso que todos hemos empezado conociendo la magia. Hemos nacido con relámpagos, fuegos en el bosque y cometas dentro de nosotros. Nacimos con la capacidad de cantarles a los pájaros, leer las nubes y ver nuestro destino en granos de arena.

Cuando la gente se pone llorosa en el cine…Cuando una canción conmueve un recuerdo…Cuando las motas de polvo girando en el eje de la luz se llevan tu atención del mundo… Cuando escuchás un tren pasar por la noche en la distancia y te preguntás a dónde irá… Es ir más allá de lo que eres y de donde estás. Y durante el más breve de los instantes, te has introducido en la magia."


Muchas veces me pregunté si era una ilusión, pero nunca me pregunté si era un mago. ¿Y por qué no creerlo? Si mágico es el momento de haberla conocido y los momentos que me hace vivir. Mágico es ver esa sonrisa embellecer aún más su cara. Mágico es estar a su lado y extrañarla cuando no lo está. Mágico es soñar un futuro con ella.

Pero hay momentos en que la vida combate esa magia queriendo que desaparezca para siempre. Ahí es cuando esa lágrima cae por un rostro sin esperanzas hasta llegar a la boca desahuciada que maldice tanta desgracia y con toda la desazón del mundo no puede ver que la magia es invencible. La única luz que ve ante sus ojos trata de apagarla con su fuerte soplido proveniente de su boca desesperanzada, y a pesar de lograr su objetivo por menos de un segundo, esa luz vuelve testaruda para demostrarle que es mágica.

Hacer magia no es engañar sino ilusionar. Ilusión es soñar, tener metas y objetivos. Y lo más mágico es cumplirlos. Sí, soy un mago. La magia existe.

¡Correctivo para el que pierde sus ilusiones!

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